Reemplazos alimenticios, revolución alimentaria

Los que estamos al tanto de las últimas novedades tecnológicas sabemos que aparecen continuamente nuevos productos y servicios realmente ingeniosos y disruptivos, relacionados especialmente con los gadgets y la nube. Sin embargo, lejos de este campo encontramos una idea que se viene gestando desde hace un par de años que no quiero dejarla pasar. Me refiero a los “reemplazos alimenticios”, como se referencia en el artículo de Soylent en la Wikipedia.

Soylent

Todo comienza cuando a Rob Rhinehart se le ocurrió la idea de reducir la comida a sus componentes esenciales. Él razonaba: mi cuerpo necesita aminoácidos y lípidos, no leche; necesita carbohidratos, no pan. Tras diferentes experimentos combinando estos componentes publicó sus resultados titulados “Cómo dejé de comer alimentos“, con una sustancia que denominó Soylent.
Soylent
A partir de ahí, mediante una campaña de financiación colectiva exitosa comenzó a promocionar el producto y hace poco se está empezando a distribuir la versión 1.0 de Soylent.

Las principales ventajas de Soylent son:

  • Tiempo reducido. En menos de dos minutos tienes una comida lista. Tan sólo tienes que mezclar Soylent con agua y batir.
  • Coste. Cuesta menos de 4 dólares por comida.
  • Nutrición. Proporciona todos los nutrientes necesarios en las proporciones adecuadas para llevar una alimentación equilibrada.

Además, ya que la receta es open source, se ha generado una comunidad de entusiastas que con la filosofía DIY modifican, crean recetas y fabrican Soylent en casa.

Ambronite

Recientemente ha aparecido otra iniciativa llamada Ambronite, cuyo producto es una comida bebible al estilo Soylent, a diferencia que es producido en base a concentración de alimentos concretos y no en base a nutrientes sueltos, es decir, es una comida bebible orgánica. Esto permite posicionarse a Ambronite como una alternativa menos sintética y que puede tener mejor acogida entre cierto sector más escéptico ante Soylent. Sin embargo, el precio sube considerablemente hasta unos 7 dólares por comida, justificado con su cuidadosa selección de alimentos, intentando ocupar una posición de mayor prestigio.
Ambronite

 Reflexiones

El concepto de reemplazo alimenticio me parece digno de marcar un antes y un después en el sector alimentario. Sin embargo, necesitamos más análisis acerca de cómo podría afectar el consumo de este tipo de productos a largo plazo y si realmente se puede reemplazar la comida completamente de este modo. La principal crítica que se hace es que no poseemos aun el suficiente conocimiento acerca de la digestión, un proceso muy complejo, como para saber que no hay otros factores a tener en cuenta más allá de los componentes nutricionales.

Si se confirma su utilidad, sería la liberación de la comida tal y como hoy en día la conocemos. Aunque no supondrá como alguno dice, la muerte de la comida, sí que será un reemplazo a las comidas rápidas, de los bocadillos de a medio día y otras fórmulas que utilizamos por salir del paso. También abriría la posibilidad de dietas personalizables para todo tipo de objetivos. Y si se reducen suficientemente los costes, podría ser la solución de la alimentación a los países sin recursos.

Personalmente, espero que este tipo de reemplazos alimenticios prosperen y se despejen todas las dudas al respecto, porque el producto me parece fantástico.

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